desparpajo me da la madrugada
y puedo imaginar tu ronroneo
junto a otra piel que no es la mía
y nada es igual ni parecido
ya no
pensarte así en desmayo vulnerable
tus párpados
ese abanico de pestañas áureas
y una sonrisa apenas leve
que guarda los secretos con candado
adivinarte abandonado en tu delirio
soñando campos de amapolas
entre dedos que te acusan
y tú
un semidios desnudo
un capitán de barco a la deriva
recorriendo laberintos
de cornisa en cornisa hasta alcanzarme
y yo
ocuparte por entero y sin fisuras
husmear en tus rendijas
en ese devenir de niño grande
en esa soledad disimulada
que baila crepitando
que grita con la boca muda
L.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario