martes, 5 de mayo de 2015

Inevitable

Fotografía Christer Stromholm













Sabes, 
me he echado a llorar 
y es inevitable.
Lloro sobre la mesa de la cocina
y mis lágrimas mojan el periódico arrugado 
donde acabo de leer que cada día 
mientras desayunamos o riego el jazmín,
diez nenas están de parto en Argentina.

Flores violadas 
que serán madres toda su vida.
Flores violadas
que serán hijas toda su muerte.

 Lloro, 
derrumbada sobre la mesa de la cocina
donde hicimos el amor alguna vez, ¿recuerdas?
Eso también fue inevitable.

Lo siento, amor, 
ya no podremos jugar allí
porque las campanas de tu risa se volverán 
bombas explotando en Siria
y tus caricias me sabrán a degüello en una playa de África
y tu sexo, 
tu sexo el fusil de un niño que entrenan hombres sin alma.

Ya me conoces, 
no me resigno a la verdad y tampoco a dejar de conocerla.

A partir de ahora,
mejor nos vemos en la cama.
L.C.

2 comentarios:

  1. Inevitable realidad instalada en nuestra vida cotidiana.
    Me encantan los versos llenos de verdad.

    Un abrazo

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  2. Gracias por pasar por aquí, José Manuel, y por tu comentario, me animas a seguir. Un abrazo también para ti.

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