![]() |
Sitio web de la imagen |
Uno a uno fueron llegando y se acomodaron a la mesa familiar, padre, madre y las dos niñas, el gato también ocupó su silla baja. Con la segunda cucharada de sopa comenzaron a desvariar, a la tercera sus cabezas se hundieron en los platos. El aire olía a primavera. La sopa no. El gato olfateó la sopera, arrugó el bigote y se fue a dormir la siesta. Menos mal.
L.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario